Steve Jobs: 56 años de leyenda.

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     Muchos somos los que nos hemos preguntado esta semana: ¿y ahora qué?


     Tras la muerte de Steve Jobs el pasado miercóles todos los fans de la manzana más famosa del mundo nos hemos quedado un poco huérfanos. Hay gente que cree que Apple no va a ser lo mismo sin este genio que lo daba todo por su trabajo y que cada año desde 1976 no ha dejado de sorprendernos.

     Todos sabemos los aspectos más relevantes de su vida ya que han sido contados cientos de veces en los medios de comunicación. Sin embargo, pocas veces se ha hablado de aspectos más personales y anecdóticos al margen de su brillante carrera profesional.

     Steve Jobs fue dado en adopción por sus padres biológicos (de origen sirio) nada más nacer y adoptado por un matrimonio de Silicon Valley. Cuando Jobs fue adulto decidió contratar un detective para encontrar a sus verdaderos padres, descubriéndo de esta forma que tenía una hermana pequeña que hoy en día es una famosa escritora (Mona Simpson) y que su padre les había abandonado.

     Al descubrir esto, Jobs recuperó el trato pérdido con su madre y su hermana biológicas, con las que mantenía una buena relación. De su padre, sin embargo, no quiso saber nada. Este incluso pidió perdón a Jobs publicamente no hace muchas semanas sin llegar a recibir respuesta alguna.

     Durante su corta época universitaria (duró menos de un semestre) Jobs tuvo una hija con Chris-Ann Brennan. Él se negó a reconocerla legalmente aludiendo que no era suya. Años más tarde se confirmaría su paternidad tras someterse a una prueba de ADN. Hoy en día mantenían una buena relación e incluso Jobs bautizó a uno de sus ordenadores con su nombre "Lisa", aunque éste fue un fiasco.

     Tras dejar la univerdad viajó por la India en busca de respuestas que a veces encontraba en la religión y otras en el LSD.
    
     Antes de conocer a su actual mujer, con la que llevaba casado más de 20 años, Jobs llegó a vivir en una mansión sin amueblar, durmiendo en un colchón tirado en el suelo. Para él el dinero nunca fue una motivación a pesar de ser multimillonario desde los 25 años.

      Entre sus conquistas hubo mujeres tan conocidas como la cantante Joan Baez o la actriz Diane Keaton. Conoció a su mujer Laurene en una conferencia en la universidad de Stanford y se casó con ella mediante una ceremonia budista.

     Laurene, 10 años más joven que Jobs, es una gran economista que nunca quiso vivir de su marido. Creó una empresa de alimentación biológica y colabora con diversas organizaciones benéficas. Aunque Laurene intentó inculcar a su marido el arte de la filantropía, éste siempre pensó que esos gastos no eran del todo necesarios.

     En 2003 empezó la lucha contra la enfermedad, una enfermedad a la que se enfrentó con uñas y dientes y a la que pretendió hacerle frente con dieta y optimismo. Sin embargo, su mujer e hijos consiguieron que se operará para poder seguir adelante durante más tiempo. Desgraciadamente el tiempo se ha agotado ya y llega el momento de despedirse de este genio visionario que supo crear aquello que aún no sabíamos ni que queríamos.